Palacios versus Predator o cómo aprender Física pasándolo teta

Foto de Filmatu

Sergio L. Palacios en Amazings 2011, dónde dio la charla «Por arriba, por abajo, por delante, por detrás y hasta el fondo» que podéis ver pulsando sobre la foto de Filmatu (¡No os la perdáis de ninguna de las maneras!)

Escribir sobre los dos mejores libros de divulgación científica que he leído me impone, pero retrasar más su reseña por este motivo resultaba absurdo. Así que, he decidido armarme de valor y exponeros las razones por las que los que tengo en tan alta consideración.

Todo empezó en las navidades de 2011. El título descarado y original de aquel libro llamó poderosamente mi atención y me puse a ojearlo. Empecé por un capítulo cualquiera, el cuarto, y no pude detenerme hasta el final. Allí de pié, en medio de la librería, se produjo el flechazo. Era la primera vez que un escritor me hacía disfrutar tanto con la física, que la hacía tan irresistible y atrayente. Como supondréis, “Einstein versus Predator”  vino conmigo a casa y fue el inicio de una fructífera relación que se completó con la adquisición de su hermano mayor “La guerra de dos mundos”.

El origen de ambos libros fue la asignatura “Física y Ciencia Ficción”  que Sergio L. Palacios, doctor en Física, investigador y profesor titular de Física Aplicada en la Universidad de Oviedo, creó en 2004. Diseñada como materia de libre elección logró hacer gozar de la física a estudiantes procedentes de carreras de todo tipo. Lo que llevó a la práctica, ni más ni menos, es la cita de Benjamin Franklin que abre el primero de sus libros: “Dime y lo olvido; enséñame y lo recuerdo; involúcrame y lo aprendo.” Durante las clases eran los estudiantes quienes primero tenían que encontrar la explicación física de la escena o película que habían visionado. Participaban en un debate-coloquio en el que ponían en común sus razonamientos y los discutían y analizaban. Él se limitaba a ejercer un papel de moderador y sólo intervenía en caso de ser necesaria una explicación o para opinar como un miembro más del grupo. La calificación, tampoco consistía en un examen ordinario, lo que se valoraba era el trabajo que el alumno hacía libremente durante el curso y que iba registrando en un blog unipersonal. Por desgracia, el tiempo verbal empleado se debe a que todos los intentos de nuestro protagonista por incluirla como materia optativa en los nuevos planes de estudios, fueron rechazados y en el curso 2013-2014, tras nueve años, ha dejado de impartirse. Parece que en la nueva reforma universitaria no tiene cabida una asignatura que incentivaba a los alumnos a pensar por ellos mismos, a aprender los unos de los otros y a vivir la ciencia.

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En fin, corramos un estúpido velo y retrocedamos hasta el 13 de junio de 2006, día en el que la forma única de transmitir la física en aquellas clases, se convirtió en el blog “Física en la Ciencia Fícción” que, a su vez, sirvió de germen para ambos libros.  En él, según el propio autor, escribía “pequeños artículos de carácter monográfico donde trato de recoger las ideas científicas involucradas en las películas visionadas durante las clases.” En realidad, no era así, esas entradas eran pequeñas obras maestras, al igual que lo son los diferentes capítulos de “La guerra de dos mundos” y “Einstein versus Predator”. Pero de eso hablaré más adelante.

Finalmente, hace poco más de un año, el 2 de febrero de 2013, se despidió el blog “Física en la Ciencia Ficción”. Como lectora, fue muy doloroso. La biblioteca que había convertido en mi paraíso particular donde alejarme del mundo se convertía, de pronto, en un paisaje desolador. Afortunadamente, creó otro blog, bajo pseudónimo, pocos días después. Os ahorro mis aventuras en la búsqueda de esa nueva biblioteca y la sorpresa que sentí al darme cuenta de que era un refugio que ya visitaba. Un lugar acogedor recién estrenado, en el que leía los libros conforme iba colocándolos en las estanterías. Este nuevo blog lleva por nombre «El Tercer Precog« y cumplió un año el pasado 5 de febrero.

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LA PAREJITA

Pero volvamos con los protagonistas de nuestra historia: “La guerra de dos mundos” y “Einstein versus Predator”. Dos libros que, sirviéndose de referentes cercanos, logran enseñar física en mayúsculas a todos los públicos. Un triunfo tan loable como poco común.

Existen muchos textos divulgativos que se limitan a tratar la ciencia muy por encima o que profundizan tanto que se abandonan tras el primer capítulo. Pero en el caso de Sergio L. Palacios, la divulgación siempre está asociada a un aprendizaje real. Cada capítulo enseña de forma efectiva un concepto nuevo que se asimila como algo interesante y atractivo. Y no se trata de cuestiones de poca importancia sino que, tal y como he resaltado anteriormente, desfila física de primera categoría. A través de las diferentes páginas hace su aparición la invisibilidad, la teletransportación, la superconductividad, los estados metaestables, los agujeros negros y de gusano, los viajes en el tiempo, los universos paralelos, los rayos láser, los plasmas, la antimateria, la invisibilidad, los asteroides, los cambios climáticos, la vida en el espacio, los viajes a otros mundos, etc. Temas de gran interés que atrapan al lector aumentando sus conocimientos.

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La física, por fin, se presenta a través de referentes conocidos como son los libros o las películas de Ciencia Ficción y deja a un lado los ascensores en caída libre que no acaban de caer nunca o las personas que van a hacer cálculos a las estaciones de trenes. En este caso,  desenmascarando a los superhéroes que desafían las leyes de la física, el autor nos muestra la utilidad de esta ciencia para explicar los fenómenos del mundo que nos rodea. Para que nos entendamos, una cuestión tan compleja como puede ser la convección se hace mucho más llevadera cuando se emplea para estudiar si Superman pudo o no congelar un lago con un “hipersoplido huracanado” y traerlo volando para apagar un incendio.

“Sin tiempo que perder, Clark aprovecha la ocasión para fardar un poco, ataviado con su vistoso pijama rojo y azul, y siempre presto a ayudar en lo posible y lo imposible. Mientras trata de rescatar a los incautos empleados de la planta, es advertido por uno de ellos acerca del peligro que se cierne sobre los alrededores debido al inevitable calentamiento de una sala abarrotada de frascos de ácido béltrico (¿algún químico en la sala que me diga qué demonios es esto?). Al parecer, el susodicho ácido béltrico es una sustancia inocua hasta que alcanza los 180 grados (¿Celsius o Fahrenheit?). ¿Acaso éstos pican menos que los centígrados?

Para más inri, la bomba de agua en el camión de bomberos se queda sin presión. Uno de ellos advierte que la fuente próxima es un lago que se encuentra a 8 km. ¿Para qué querrá agua si no funciona la bomba? Menos mal que Supermán pasaba por allí y en un momento de clímax superheroico pergeña la osada idea de volar raudo y veloz cual felino intrépido hasta el lago y congelar parte de su superficie ayudado por su hipersoplido huracanado, transportarlo en brazos y dejarlo caer desde las alturas para que, al fundirse, sofoque el incendio. Y aquí paz y después gloria a Dios en el cielo. Y digo yo: no es por poner en duda la labor de un superhéroe, pero si Súper puede congelar de un soplido la superficie de un enorme lago, ¿no podría haber apagado también así el incendio y dejarse de perder el tiempo?” Capítulo 4: Lo que el aliento se llevó, “Einstein versus Predator”

Los capítulos cuentan con la extensión apropiada para entender el concepto que se pretende transmitir y cada una de las tres partes que los componen tiene el peso que requiere su función. Se inician con el planteamiento detallado de la secuencia o del texto del libro de Ciencia Ficción a analizar, para desplegar, acto seguido, toda la física que contiene. Se explica de forma amena y comprensible la base teórica de manera que el lector pueda asimilarla y disfrutar de la gran confrontación final Palacios-Predator. En esta se valora de forma cualitativa o cuantitativa el grado de error o acierto de la situación que da comienzo al relato, se examina el escenario para mostrar si es realista o no.

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En base a lo expuesto hasta el momento, está claro que nos encontramos frente a una clase de divulgación pionera en lengua hispana. Respecto al mundo anglosajón, el propio autor reconoce en el prólogo de “Einstein versus Predator”, el trabajo que han hecho en esta línea  grandes científicos como Lawrence Krauss o Michio Kaku, considerándose un “humilde aprendiz e imitador del trabajo de estos monstruos de la divulgación”. Nada más lejos. Es cierto que existe una cierta similitud en cuanto al uso de la Ciencia ficción para seducir al lector, pero sólo hemos recorrido la mitad del camino. Todavía queda aquello que los distingue del resto: la forma en la que están escritos, “el toque Palacios”, el despliegue de humor socarrón, irreverente e irónico.

El lenguaje es tan cercano y divertido que no puedes abandonar la lectura. Te seduce con sus bromas y comentarios. De pronto, la física es sexy y habla en un idioma diferente. Aleja cualquier comportamiento pomposo y rimbombante para ser una colega. Se convierte en la líder del grupo, la más ocurrente y no quieres que deje de contarte historias. En ningún otro libro de divulgación se combina y equilibra con tal maestría el humor de calidad con la exposición rigurosa y clara de contenidos científicos. Este es el gran triunfo y lo que hace que sea único.

Sé que mi recomendación no hace honor a “La guerra de dos mundos” y “Einstein versus Predator” pero deseaba poner mi granito de arena para que más personas tengan la suerte y el placer de leerlos. Ha habido, hay y habrá excelentes divulgadores en todas las lenguas, pero, sin lugar a dudas, Sergio L. Palacios es el MAESTRO.

 “El placer de llevar a todas las personas el ansia por aprender, por entender el mundo, el universo que habitamos, por conocer todo lo que nos rodea y por qué se comporta como lo hace, no se puede comparar con casi ninguno de mis otros sentimientos, salvo el amor por mi familia y mis amigos.” Sergio L. Palacios

Premio Tesla al Mejor Divulgador de 2013. Para ver la entrega del premio pulsa sobre la imagen

Premio Tesla al Mejor Divulgador de 2013. Para ver la entrega del premio pulsa sobre la imagen

Acerca de Laura Morrón Ruiz de Gordejuela

Licenciada en Física por la Universidad de Barcelona y máster en Ingeniería y Gestión de las energías renovables por IL3. Tras desempeñar su labor profesional durante diez años en el campo de la protección radiológica, tuvo la oportunidad de entrar a trabajar en Next Door Publishers, donde, como editora, puede aunar su pasión por la divulgación científica y los libros. Aparte de esta labor, desde 2013, ejerce de divulgadora científica en el blog «Los Mundos de Brana» —premiado en la VI edición del Concurso de Divulgación Científica del CPAN— y en las plataformas «Naukas» y «Hablando de Ciencia». Ha colaborado en los blogs «Cuentos Cuánticos» y «Desayuno con fotones» y en los podcasts de ciencia «La Buhardilla 2.0», «Crecer soñando ciencia» y «Pa ciència, la nostra». Es integrante del Grupo Especializado de Mujeres en la Física de la Real Sociedad Española de Física (GEMF), la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas (AMIT), la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad (WILPF), El Legado de las Mujeres y la ADCMurcia. En 2015 fue galardonada con el premio Tesla de divulgación científica de «Naukas». Es autora del libro «A hombros de gigantas».
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13 respuestas a Palacios versus Predator o cómo aprender Física pasándolo teta

  1. Dan dijo:

    Hola Laura, puedes estar contenta porque conmigo al menos, y seguro que con muchos más también, ya has conseguido el objetivo. No me ha quedado más remedio que añadirlos a mi lista de pendientes, además con la etiqueta de «prioritarios». Por cierto, ando leyendo tu anterior reseña «El mundo y sus demonios»

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  3. Agatha dijo:

    Laura, había decidido no dejar ningún comentario a esta entrada, pero al final me ha parecido un tanto «grosero» y he optado por hacerlo.
    Verás, no sé cómo agradecerte semejante lluvia de elogios tanto hacia mi persona como hacia mis dos libros. Me alegra muchísimo que la gente que me lee o me escucha en mis charlas se emocione, aprenda y se divierta con una materia como es la física, en ocasiones tan incomprendida y árida, incluso cuando a mí me la enseñaron. Quizá mi inclinación hacia la divulgación se originase a partir de los malísimos profesores que casi siempre he tenido. Siempre deseé que la física me la hubiesen explicado como yo intento hacerlo, pero naranjas de la China. No tuve esa suerte.
    No quiero que ninguno de tus lectores piense que has elogiado mis libros de forma forzada ni por ninguna otra razón extraña ni influencia alguna por mi parte, tal y como a mí me pasó en más de una ocasión en mi propio blog con algunas reseñas de los libros de personas a las que considero amigos. Al fin y al cabo, a ti ni siquiera te conozco personalmente y creéme que lo lamento. Estoy deseando solucionar este asunto 😉
    No me enrollo más, simplemente te agradezco de nuevo este post tuyo. Me has hecho enormemente feliz y por un ratito me he sentido muy orgulloso de mi trabajo. Lucho cada día para mejorar y hacer que las personas se interesen y comprendan un poco mejor el universo en que vivimos y para ello no hay otra forma que acudir a la física, la ciencia madre.

    Un beso enorme y que la salud te acompañe…

    Sergio L. Palacios

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    • Sergio,
      Gracias por el comentario, me ha hecho muchísima ilusión.
      Necesitaba escribir esta reseña desde hace tiempo. Quería tratar de transmitir por qué son mis libros favoritos desde que los leí. Estoy segura de que después de su lectura cualquiera ve la física de otra manera y quiero que la gente la vea y la saboree tal y como tú nos la muestras.
      Tienes un talento excepcional, y debes sentirte orgulloso de tu trabajo. Sólo otra persona me había hecho disfrutar tanto de la física, y fue quien primero me la descubrió. Pero, como escritor, eres único.
      Creo que todo aquel que ha leído esta entrada ha podido apreciar que es muy sincera y que nace de la más profunda admiración.
      Me ha hecho muy feliz leer tus libros y tus entradas y espero, de corazón, poder agradecértelo personalmente.
      Un beso enorme
      Laura

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  5. Brutal! Ya soy fan de Sergio L. Palacios, ya tengo las dos obras de camino…, cortesía d Amazon.

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  6. Melli Toral dijo:

    Los Reyes Magos del 2013 dejaron en mi casa estos libros de Sergio Palacios y como toda mi familia está formada por gentes de ciencias los hemos compartido. Son magnificos y yo los he usado en mis clases de Fisica de bachiller. Asi que garcias a Sergio por escribirlos y gracias a Laura por divulgar su existencia y lograr que otros muchos los lean.

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    • Hola Melli,
      Creo que es fantástico que los hayas usado porque su lenguaje puede atrapar e interesar mucho a los alumnos. Presenta la física de otra manera y logra que sea divertidísima. Si con esta entrada he conseguido que más personas los lean me lo tomo como un triunfo.
      Un besito fuerte

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  7. perlita1 dijo:

    Me sumo a las opiniones sobre la manera de escribir y explicar la física de Sergio, yo también sufrí cuando cerró su blog anterior…y lo eché de menos muchos meses, hasta que tropecé con Agatha y nuevamente llegó la paz a mi entendimiento.

    Felicitaciones para ambos, y ojalá pronto se den un abrazo de verdad.

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    • Sergio es fantástico, hace que la física sea sexy y atractiva para todo el mundo. Ahora podemos disfrutar con sus entradas en el Tercer Precog, un verdadero lujazo.
      Un besito y gracias por pasarte por aquí

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