
Next Door cierra.
Duele escribir estas palabras.
También fue muy duro tener que decirle adiós. Lo más duro. Pero sabía que era el último intento para salvarla.
Quería escribir un post sobre mi despedida, pero era demasiado reciente. Es demasiado reciente. Escuece todavía.
Pero Next Door se acaba y tengo cosas pendientes. Necesito decir todo lo que me ha aportado esta editorial que he querido como si fuera “mi niña”. No arriesgué mi dinero, pero puse mucho corazón y desde ahí es desde donde voy a escribir. Desde el corazón, desde las entrañas.
Porque la niña me dio algunas penas y muchísimas alegrías. Momentos que me llevo para siempre.
El honor de editar a personas sabias y fascinantes. Personas que admiro. Personas de las que he aprendido a través de sus textos y su forma de comportarse. Gracias Maestras y Maestros.

El orgullo de publicar libros capaces de modificar vidas. Libros espectaculares que volvería a publicar. Libros que enriquecen la cultura científica y todo el mundo debería leer. Libros que no tuvieron las ventas que merecían dada su calidad. Y diréis, “qué vas a decir, tú”, pues lo digo desde fuera de Next Door porque SIEMPRE me sentiré orgullosa de cada uno de los libros y ojalá se vendan este marzo porque, repito, TODO EL MUNDO DEBERÍA LEERLOS.
El placer de conversar con libreras y libreros y ver los libros en sus librerías. Nunca olvidaré aquellas librerías que nos apoyaron, pese a ser pequeños, que apostaron por Next Door. Gracias.
La alegría de acompañar a autoras y autores a firmar en Sant Jordi y estar “al otro lado”. Gracias librería Alibri por hacerlo posible.
El sueño de publicar un libro de homenaje a las Gigantas de la ciencia (A hombros de gigantas) y de poder hacerlo con tres Gigantas como madrina (Marta Macho), editora (Estíbaliz Espinosa) y diseñadora (Itziar Goñi).
La felicidad de compartir el camino, el proyecto, con grandes personas…
El equipo. Un recuerdo especial para Xavi, Itziar, Núria, Camila y Mamen.
Argi, la colaboradora.
Las autoras y autores.
Las lectoras y lectores.
Y, sobre todo, el papá de la criatura. Gracias Oihan por confiar en mí, por todo el apoyo en los momentos malos, por las risas en tantos momentos buenos, por luchar tanto por Next Door hasta el final.
Si volviera a estar en ese bar de la Central, volvería a decirte que sí.
Hasta siempre Next Door, la experiencia laboral más especial de mi vida.















Ay… Siempre duele cerrar proyectos, aunque es conveniente verlos como un sustrato del que surgirá la próxima aventura. Abrazote.
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Qué difícil sería escribir esto. Pero Next Door quedará para siempre en las estanterías de mi casa, de las de mi instituto, de las de las amistades las que los he regalado, de los prestados y los perdidos (siempre fantaseo con la idea de los ojos que estarán leyendo estos 😌)
Next Door fue, es, y será una editorial atrevida, arriesgada, con temas contados por sus autoras y autores para la gente, ¡y tan cuidada y preciosa!
De una lectora, gracias.
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