Radiactivo Man apela su cancelación de licencia de superhéroe

La entrada original se publicó el 27 de febrero de 2015 en Desayuno con Fotones

TRIBUNAL DE SUPERHÉROES

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JUEZ DEL TRIBUNAL DE SUPERHÉROES: Sr. Radioactivo Man, tal y como figura en su solicitud de apelación, usted sostiene que su Supervisora le retiró la licencia de forma injustificada porque, y leo textualmente, “tiene prejuicios contra los superhéroes porque llevan los calzoncillos encima de las mallas”.

RADIACTIVO MAN: Así es.

JUEZ: Pese a que me parece la apelación más absurda que ha llegado a este Tribunal, le daremos una segunda oportunidad y hemos convocado a su Supervisora para que exponga el motivo por el que le canceló la licencia.

JUEZ: Supervisora, cuando usted quiera puede proceder.

SUPERVISORA: Antes que nada, aclarar que el hecho de que me parezca horrenda la indumentaria de este señor, no influyó para nada en la cancelación de su Licencia. El motivo fue que dice haber adquirido sus superpoderes tras sobrevivir a una explosión nuclear de una bomba atómica y eso no puede ser.

JUEZ: ¿Por qué?

SUPERVISORA: Por muchos motivos, principalmente porque la exposición a radiaciones ionizantes no da esos efectos. Pero si le parece, vayamos por partes y centrémonos primero en las bombas atómicas definiendo el significado de dos conceptos: fisión y activación.

La fisión nuclear es una reacción en la cual un núcleo pesado, bombardeado con neutrones, se convierte en inestable y se descompone en dos núcleos de tamaño parecido, liberando cierto número de neutrones (en general, dos o tres). Es una reacción altamente exoenergética.

RMlicencia2Estos neutrones, a su vez, pueden ocasionar más fisiones al interaccionar con nuevos núcleos que emitirán nuevos neutrones y así sucesivamente. Este efecto multiplicador se conoce con el nombre de reacción en cadena y puede ser controlado (centrales nucleares) o incontrolado (armas nucleares).

La activación, por su parte, es un mecanismo por el cual un átomo que no es radiactivo se convierte en otro que lo es  mediante el bombardeo con neutrones o partículas cargadas. La activación por rayos gamma solo se da cuando éstos tienen mucha energía.

Las reacciones nucleares que ocurren durante la explosión de una bomba atómica producen radiaciones ionizantes. Los rayos gamma y los neutrones son emitidos de inmediato, mientras que otro tipo de radiaciones lo hacen tiempo después de la detonación. Cerca del lugar de detonación, la dosis inmediata (entendiendo la dosis como energía absorbida por la masa irradiada) puede llegar a cientos de miles de Gy pero es rápidamente atenuada por el aire.

En el caso de bombas de alto rendimiento (megatones)…

JUEZ: Pare, pare, ¿qué significa de alto rendimiento? ¿qué son los megatones?

RADIACTIVO MAN: Discúlpela, es que flojea en esto de la divulgación. Si quiere ya se lo explico yo para que pueda entenderlo…

JUEZ: Creo que a usted lo que más le conviene es estar calladito hasta que yo le pregunte. Continúe por favor…

SUPERVISORA: El poder destructivo de una bomba está relacionado directamente con la energía que se libera durante la explosión. En el caso de una bomba nuclear, el poder explosivo, llamado rendimiento, se expresa mediante la comparación con el poder destructivo del TNT (trinitrotolueno), y así se habla de bombas de un kilotón (un kt) si la energía liberada es la misma que se produce al detonar 1000 toneladas de TNT. Si el rendimiento es de 1000 kt, se trata de una bomba de un megatón (un Mt).

A lo que iba, en el caso de bombas de alto rendimiento (megatones), la zona de dosis letal se sitúa dentro de la región devastada por el calor y la presión, por lo que la radiación inmediata no contribuye con nuevas víctimas. Para bombas pequeñas (pocos kilotones), la zona de dosis superior a los 4 Gy coincide con la zona donde los efectos de la onda de choque y del calor son causa probable de muerte.

Pero continuemos. Tras la detonación, los núcleos radiactivos resultantes permanecen localizados en la zona que ocupaba la bomba y son vaporizados por la alta temperatura de la bola de fuego. Los neutrones liberados escapan a gran velocidad y activan materiales sobre la superficie que, a partir de ese momento, empiezan a emitir radiación espontáneamente.

Gran parte del material situado cerca del hipocentro de la explosión (para una detonación de baja altura) es aspirado por la corriente de aire ascendente creada por la bola de fuego y sube a la atmósfera a través del tallo del hongo nuclear. Este material radiactivo regresará a la superficie terrestre. El tiempo que tarde en hacerlo dependerá del tamaño de la partícula a la cual se ha incorporado. Las partículas grandes —de algunos milímetros— ascienden hasta la baja atmósfera y caen en uno o dos meses arrastradas principalmente por la lluvia y la nieve mientras que el polvo más fino —de milésimas de milímetro— logra llegar a la alta atmósfera, y puede tardar en regresar a la superficie entre uno y tres años. El lugar el que se depositará viene determinado por los vientos y la circulación del aire entre las capas atmosféricas.

La lluvia radiactiva, que es la caída sobre la superficie terrestre del material radiactivo producido por la bomba atómica, origina altos niveles de radiación que disminuyen de forma proporcional al tiempo transcurrido. El principal riesgo biológico lo constituyen los rayos gamma emitidos por el material activado ya que las partículas alfa y beta emitidas son poco penetrantes y el grosor de la ropa o la piel las detiene. Sólo causarían quemaduras si se depositaran directamente sobre la piel, se ingeriesen a través de la comida o fuesen inhaladas.

JUEZ: Creo que la siguiente pregunta está clara, Sr. Radiactivo, ¿a qué distancia se encontraba del hipocentro?

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RADIACTIVO MAN: Cerca

JUEZ: Debería ser más preciso

RADIACTIVO MAN: Muy cerca.

JUEZ: Por lo que acaba de decir la inspectora si usted hubiese estado tan cerca, ya no estaría entre nosotros. Deje de hacernos perder el tiempo con esta apelación y sea más preciso. Describa lo que pasó y cómo empezó a experimentar los síntomas.

RADIACTIVO MAN: No lo recuerdo. Cuando me encontraron no sabía quién era ni qué hacía allí. Entonces sentí que tenía superpoderes.

JUEZ: ¿Qué hizo?

RADIACTIVO MAN: Abrí un frasco.

JUEZ: Le ruego que no se burle de este Tribunal

RADIACTIVO MAN: Claro que no, mi muy distinguida señoría. Nunca lo había podido abrir, cuesta mucho. Comprendí que me había pasado algo similar a Bruce Banner.

JUEZ: Bruce Banner perdió su licencia de superhéroe hace poco. Dice usted que puede volar… ¿cuándo voló?

RADIACTIVO MAN: Bueno, cuando lo intenté tuve un pequeño percance.

SUPERVISORA: A punto estuvo de partirse la crisma. El documento con el ingreso en el hospital está anexado al informe que le entregué y que veo que ha leído a conciencia. Y si me lo permite, le diré que el testimonio de Radiactivo Man, aunque pobre, es suficiente para justificar su cancelación de licencia.

JUEZ: Prosiga

SUPERVISORA: Radiactivo Man asegura estar muy cerca del hipocentro y por tanto, recibió altas dosis. Los efectos que se dan en ese caso son deterministas y aparecen a partir de una dosis umbral, por encima de la cual un número muy importante de células muere o deja de dividirse. Esta pérdida supone una lesión morfológica y funcional para un tejido. La evolución de la respuesta frente a la radiación difiere de un tejido a otro dependiendo, fundamentalmente de la velocidad con que las células de un tejido se reemplazan y de su dinámica de producción, diferenciación, envejecimiento y pérdida celular. En el informe aparece una tabla con un resumen de los principales efectos deterministas producidos en diferentes órganos y tejidos del organismo tras exposición aguda a radiación gamma. Como podrá ver, ninguno de ellos se corresponde con los superpoderes que dice haber adquirido nuestro señor Radiactivo.

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Pero vayamos al escenario que nos ocupa, a la exposición aguda proveniente de una fuente externa que afecta a todo el organismo. En ese caso, los efectos que se observan en un individuo adulto pueden diferenciarse en tres etapas:

  • Prodrómica: Comprende los signos y síntomas que aparecen en las primeras 48 horas tras la irradiación y es consecuencia de la reacción del sistema nervioso autónomo. Se caracteriza por nauseas, vómitos, diarreas, cefaleas, vértigo, alteraciones de los órganos de los sentidos, taquicardia, irritabilidad, insomnio, etc. Puede durar desde algunos minutos, hasta varios días.
  • Latente: Este periodo se caracteriza por la ausencia de síntomas y varía desde minutos hasta semanas, dependiendo de la dosis recibida.
  • De enfermedad manifiesta: Se caracteriza porque aparecen los síntomas concretos de los órganos y tejidos más afectados por la radiación.

En función del órgano que contribuye mayoritariamente a la muerte del individuo, se diferencian tres síndromes post-irradiación:

  • Síndrome de la médula ósea. Se produce tras una exposición aguda a dosis de entre 3 y 5 Gy. La fase prodrómica aparece a las pocas horas y consiste en vómitos, nauseas y diarreas. La fase latente puede durar entre algunos días y 3 semanas, según la dosis. En la 3ª semana se inicia la enfermedad hematopoyética, con leucopenia y trombopenia muy marcadas. La inmunidad está deprimida, por lo que aparecen infecciones graves. Habrá hemorragias, por trastornos en la coagulación sanguínea, que acentuarán más la anemia debida a la lesión medular. A partir de la 5ª semana se inicia la recuperación si la dosis ha sido inferior a 3 Gy. Dosis más altas pueden provocar la muerte en 30-60 días.
  • Síndrome gastrointestinal. Se presenta a dosis entre 5 y 15 Gy. La fase prodrómica se produce a las pocas horas de la exposición y se caracteriza por nauseas, vómitos y diarreas muy intensas. La fase latente dura desde el 2º al 5º día después de la irradiación. En la enfermedad manifiesta vuelven a aparecer nauseas, vómitos y diarreas con fiebre. La muerte se puede producir en 10-20 días tras la irradiación. Los síntomas se deben a la lesión del tracto gastrointestinal, y en parte a la lesión de la médula ósea. El intestino delgado pierde su mucosa; existe un cuadro de mala absorción, con pérdida de líquidos, proteínas y electrolitos por vía digestiva, aparece deshidratación y hemorragias intestinales. Se favorece además la infección generalizada producida por los gérmenes habituales del intestino, sobre todo si existe leucopenia por afectación de la médula ósea y depresión inmunitaria.
  • Síndrome del sistema nervioso central. Se produce a dosis superiores a 15 Gy. La fase prodrómica aparece rápidamente y su duración es a veces de minutos. Hay nauseas, vómitos y síntomas psíquicos (confusión, irritabilidad, etc.) y neurológicos (disminución de consciencia, quemazón en la piel, etc.). La fase latente dura escasas horas. A las 4-6 horas de la irradiación aparece la fase final con síntomas neurológicos, convulsiones, ataxia, grados progresivos de coma, etc., sobreviniendo la muerte a los 1-5 días después de la irradiación. La causa es un cuadro de hipertensión endocraneal fuerte, con edema cerebral, hemorragias y meningitis aséptica por afectación vascular principalmente.

JUEZ: Vamos, que nada que ver con los superpoderes del señor Radiactivo. ¿Y si hubiese recibido menos dosis, si hubiese estado situado más lejos?

SUPERVISORA: En ese caso hubiese podido sufrir efectos probabilísticos debidos a mutaciones celulares que pueden dar lugar a una transformación maligna que finalmente se convierta en un cáncer declarado. Es decir que, para manifestarse, requieren de un periodo de latencia que puede oscilar entre 2 y 30 años. Puesto que nuestro superhéroe sintió los superpoderes de abre-botes justo después de la irradiación, podemos descartar que sufriese cualquier efecto de esta índole.

JUEZ: ¿Usted qué tiene que argumentar al respecto?

RADIACTIVO MAN: Yo sólo sé que tengo superpoderes y me parece muy feo que no crean en mi palabra.

SUPERVISORA: Lo único que hemos dicho es que, en caso de tenerlos tendrá usted que probarlos y justificar su origen, puesto que no puede ser por causa de una alta dosis de radiación.

JUEZ: Si me disculpan, denegada la apelación, me retiro. Espero no volver a encontrarme con usted y su pijama rojo por aquí.

RADIACTIVO MAN: La verdad, no me explico la manía que le tienen a mi varonil atuendo. Me iré a algún lugar donde me crean sin cuestionarme, donde mis superpoderes sean valorados, donde…

SUPERVISORA: ¿A un psiquiátrico?

RADIACTIVO MAN: No, a Cuarto Milenio.

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NOTICIA DE ÚLTIMA HORA

Como Supervisora de Radiactivo Man, a raíz del cariño y apoyo popular mostrado por el movimiento #ApoyoRadiactivoMan y a las argumentaciones aportadas por dos personalidades tan ilustres como son Arturo Quirantes (@elprofedefisica) y Gonzalo Jiménez  (@gon_nuclear), voy a considerar una futura restitución de su Licencia como Superhéroe.

Puesto que no dispongo de ninguna evidencia empírica de sus superpoderes, valoraré como superpoder la aportación altruista que hace a la sociedad a través de la divulgación científica en este blog.

Cuando haya revisado el caso, teniendo en cuenta vuestras aportaciones, procederé a comunicarle la resolución final a Radiactivo Man.

Acerca de Laura Morrón Ruiz de Gordejuela

Licenciada en Física por la Universidad de Barcelona y máster en Ingeniería y Gestión de las energías renovables por IL3. Tras desempeñar su labor profesional durante diez años en el campo de la protección radiológica, tuvo la oportunidad de entrar a trabajar en Next Door Publishers, donde, como editora, puede aunar su pasión por la divulgación científica y los libros. Aparte de esta labor, desde 2013, ejerce de divulgadora científica en el blog «Los Mundos de Brana» —premiado en la VI edición del Concurso de Divulgación Científica del CPAN— y en las plataformas «Naukas» y «Hablando de Ciencia». Ha colaborado en los blogs «Cuentos Cuánticos» y «Desayuno con fotones» y en los podcasts de ciencia «La Buhardilla 2.0», «Crecer soñando ciencia» y «Pa ciència, la nostra». Es integrante del Grupo Especializado de Mujeres en la Física de la Real Sociedad Española de Física (GEMF), la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas (AMIT), la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad (WILPF), El Legado de las Mujeres y la ADCMurcia. En 2015 fue galardonada con el premio Tesla de divulgación científica de «Naukas». Es autora del libro «A hombros de gigantas».
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