«Disecciones», Next Door se adentra en el país de los enfermos

Fotografía artística del libro Disecciones

«Hay sólo dos países: el de los sanos y el de los enfermos»

Enrique Lihn

Hace unas semanas, cuando volvía a releer, una vez más, la maqueta de Disecciones, mi pareja me preguntó de qué me estaba riendo. Tenía una sonrisa de oreja a oreja, una de esas sonrisas que te iluminan la cara y que sólo pueden ser fruto de un sentimiento: la felicidad plena.

Me sentía agradecida a Oihan Iturbide por darme la oportunidad de trabajar en algo que me apasiona, a los diez autores por poner en sus relatos talento y corazón, a la diseñadora Nekane Irujo por encontrar el vestido adecuado a cada texto, por convertir el libro en una obra de arte. Me sentía orgullosa de haber contribuido en la creación de esta joya.

Cubierta posterior

Disecciones es el primer libro que veo “nacer” como coordinadora de Next Door y cumple el objetivo que perseguía cuando me embarqué en este proyecto: ofrecer a los lectores lo que merecen, lo mejor. Pude sostenerlo por primera vez entre mis manos en el evento Ciencia Jot Down y casi me saltan las lágrimas. Es un pedazo de mi sueño.

Sus personajes habitan el país de los enfermos, ese territorio que fingimos lejano y que en demasiadas ocasiones se convierte en nuestro hogar. Una morada al borde del precipicio en la que aprender a sobrevivir a diario. Los diez relatos que forman Disecciones recorren sendas diferentes del territorio de la enfermedad, muestran diversas formas de convivir con ella y hacerle frente.

Las páginas de La carta de José Ramón Alonso, Ane y Carlos de Marta Macho-Stadler y El ala de Natalia Ruiz Zelmanovitch hablan de amor, del dolor por la pérdida de los seres queridos y de esperanza. Los monólogos interiores de Al otro lado de Juan Gracia Armendáriz, El suelo de Xurxo Mariño y Mati de Angélica Pérez reflexionan sobre el sentido de la vida y la pérdida de la salud. Nos estremecen los thrillers impactantes de Fátima Casaseca (La paciencia) y Miguel Santander (El Impostor) y viajamos a futuros inquietantes de la mano de las distopias 147 decibelios de Javier Peláez Pérez e Iteración 51 de César Tomé.

Y eso no es todo. Antes de iniciar el trayecto por esta montaña rusa emocional que conforman los relatos, nos encontramos con el prólogo ingenioso y exquisito del todoterreno del periodismo José A. Pérez Ledo. El texto perfecto para dar paso a un libro que atrapa de principio a fin, que acaricia y golpea.

Disecciones se presentó en la librería La Extravagante de Sevilla, mi ciudad adoptiva, en el marco de la tercera edición del evento Ciencia Jot Down. Tuvimos el honor de contar con dos padrinos de lujo: Ángel L. Fernández y Javier Burgos y con muchos amigos y lectores de la editorial que quisieron compartir ese momento tan especial con nosotros. Pero habrá más encuentros y todos ellos van a tener un carácter diferenciado y particular. De momento, no puedo adelantar nada. Os mantendremos informados a través de la página web de Next Door y la newsletter semanal de los suscriptores.

Sé que esta no es una entrada de divulgación al uso y puede que experimentéis cierto abandono por mi parte al haber bajado la frecuencia de publicación del blog. No os sintáis así, siempre os tengo presentes. Por ello publiqué la magnífica entrada de Abraham y doy lo mejor de mí misma en Next Door. Por este motivo he querido hablaros de un libro que es tan importante para mí.

Para agradeceros que sigáis visitando estos mundos que ya habéis hecho vuestros, voy a sortear un ejemplar de Disecciones entre todos aquellos que contribuyáis a esta entrada con un comentario sobre aquella obra literaria, pintura, canción o película que más os haya gustado cómo aborda el tema de la enfermedad.

Para daros tiempo a pensar en ello y comentar con calma, tenéis hasta el próximo jueves 7 de julio para participar. El viernes 8 tendrá lugar el sorteo.

Gracias por seguir aquí.

¡Espero vuestros comentarios!

 

Acerca de Laura Morrón Ruiz de Gordejuela

Licenciada en Física por la Universidad de Barcelona y máster en Ingeniería y Gestión de las energías renovables por IL3. Tras desempeñar su labor profesional durante diez años en el campo de la protección radiológica, tuvo la oportunidad de entrar a trabajar en Next Door Publishers, donde, como editora, puede aunar su pasión por la divulgación científica y los libros. Aparte de esta labor, desde 2013, ejerce de divulgadora científica en el blog «Los Mundos de Brana» —premiado en la VI edición del Concurso de Divulgación Científica del CPAN— y en las plataformas «Naukas» y «Hablando de Ciencia». Ha colaborado en los blogs «Cuentos Cuánticos» y «Desayuno con fotones» y en los podcasts de ciencia «La Buhardilla 2.0», «Crecer soñando ciencia» y «Pa ciència, la nostra». Es integrante del Grupo Especializado de Mujeres en la Física de la Real Sociedad Española de Física (GEMF), la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas (AMIT), la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad (WILPF), El Legado de las Mujeres y la ADCMurcia. En 2015 fue galardonada con el premio Tesla de divulgación científica de «Naukas». Es autora del libro «A hombros de gigantas».
Esta entrada fue publicada en Divulgación, Libros y etiquetada , . Guarda el enlace permanente.

24 respuestas a «Disecciones», Next Door se adentra en el país de los enfermos

  1. radiactivoman dijo:

    Me gustó mucho la película Lorenzo’s Oil (en Argentina y Venezuela: Un milagro para Lorenzo, España: El aceite de la vida)

    Los padres no se rinden con la enfermedad de su hijo y al ver que los médicos no les dan una solución, se ponen a estudiar. Son inolvidables las escenas en las que acuden a la biblioteca a consultar libros de medicina y de química, y cómo tienen que suplicar en un laboratorio para que les sinteticen el tipo de aceite que suponen que puede servir a su hijo.

    Emocionante cuando el niño comienza a mejorar. Los daños eran ya graves, pero lo que hicieron sirvió para muchos otros con la misma enfermedad.

    Lo hicieron todo consultando con científicos, sin dejarse engañar por pseudociencias.

    Un saludo radiactivo. ¡Vámonos átomos!

    Me gusta

    • Muchísimas gracias por tu aportación radiactiva ;P
      Es una película muy recomendable y que me impactó una barbaridad.
      A ver si a falta de licencia, te llevas un librito. 😛
      ¡Suerte!
      Besotes radiactivos

      Me gusta

  2. La película «El hijo de la novia» enlaza covalentemente con el relato de Jose Ramón Alonso, AMOR con A de Alzheimer. Jack Nicholson en «Alguién voló sobre el nido del cuco» me mostró la isla que es la enfermedad mental y Manolo kabezabolo la esquizofrenia que clama inclusión.

    Ya lo he leido, pero no hay nada más maravilloso que regalar libros que te han impactado, como éste. Nunca se olvidan.

    Me gusta

    • Hola Belén,
      Una selección magnífica. «El hijo de la novia» me parece una de las pelis más románticas que he visto, me gustó muchísimo. Fue mi primera película argentina y tras esta vinieron más del mismo director.
      Me alegra muchísimo que te haya gustado tanto «Disecciones» y que quieras regalarlo a los demás. Pienso que los libros que se regalan son todavía más importantes que los que se compran, porque los eliges para otra persona y te reflejan.
      Gracias por todo tu apoyo.
      ¡Suerte!
      Laura

      Le gusta a 1 persona

  3. Miguel Ángel dijo:

    «En la ciudad sin límites».
    Mi abuelo tenía Parkinson diagnosticado de muchos años y creo que un evidente Alzheimer no diagnosticado, pero estaba tan mal de lo primero que a saber. Eso, y que hace más de 20 años.
    Fernando Fernán Gómez compone un personaje clavado a mi abuelo, hasta tenían pesadillas de la guerra de una forma tan parecida que se me saltan las lágrimas aún al recordarlo. Mi abuelo se llevó su historia con él, a saber si era algo similar 😉
    Maravilloso personaje y un actor… en fin, Fernán Gómez.

    @31415_

    Me gusta

  4. moigaren dijo:

    «Despertares» que narra como Oliver Sacks logró reanimar a sus pacientes de encefalitis letárgica, y el drama de estos cuando comienzan a sufrir los efectos secundarios del tratamiento.

    Me gusta

  5. Precisamente hace un par de días volví a ver «El diario de Noah». Tanto los actores como el guión me parecen impecables, y la forma de narrar la historia de una persona con demencia senil es de las mejores que he visto.

    En definitiva, una película muy recomendable que nos muestra además el efecto que la enfermedad causa en la familia…

    Me gusta

  6. javierfront dijo:

    Oliver Sacks supuso un antes y un después en la historia de la literatura médica. Su humanización de la enfermedad neurológica es un punto común en la mayoría de sus obras. Si hay que elegir uno, me quedo con «El hombre que confundió a su mujer con un sombrero». Conociendo a los pacientes, descubrimos la verdadera entidad de la enfermedad. Su lectura debería ser obligatoria en toda facultad de medicina.

    Me gusta

  7. Una mente maravillosa, la fantástica película de Ron Howard sobre la vida y la enfermedad mental de John F. Nash, me parece que refleja la esquizofrenia magistralmente. Sin estereotipos sobre violencia, con el sufrimiento que genera en el enfermo y en su familia, el estigma social.
    Creo que las enfermedades mentales son quizá las más dificiles de gestionar, porque unen al sufrimiento de cualquier enfermedad, el rechazo social, el juicio sumarísimo al que injustamente se somete al enfermo.
    Un beso, Laura.

    Me gusta

    • Estoy muy de acuerdo contigo María del Mar.
      Las enfermedades mentales, a mí modo de ver, son las peores. El enfermo sufre horrores y se siente solo, como un paria de la sociedad. Todo el mundo ayuda y compadece a alguien con una enfermedad de otra índole, pero la mental todavía en la actualidad te convierte en un loco o en un ser débil que no soporta esta sociedad. Y la debilidad está muy mal vista. Y eso cuando no se le culpa de su propia dolencia. Creo que toda divulgación de las mismas es poca.
      Un besazo

      Me gusta

  8. ….mmmm… El grito de Munch.
    Munch iba paseando con sus amigos por un puente, los tres hablando y de repente sintió un ataque de ansiedad. A pesar de los amigos, de la puesta de sol, de estar al aire libre sintió que no podía más, que una angustia que le brotaba de dentro le comía la vida y la energía. Tuvo que pararse. Sus amigos siguieron caminando (en el cuadro se les ve lejanos) y él se quedó parado. «El grito» es mudo, el personaje abre la boca y el espectador sabe que no grita, que no se escucha nada, porque el dolor que produce la ansiedad es sordo. Uno quiero echarlo fuera gritando, sacárselo de dentro como si fuera un alien, escupirlo, mandarlo lejos pero el dolor se agarra a las entrañas, te chupa el aire y las fuerzas e intentas grita y como mucho consigues sacar una arcada.

    besos guapa!

    Me gusta

  9. mcastigarcia dijo:

    Entro «in extremis» creo 😂 de viaje y muy ajetreada, pero no quería dejar de comentarte, han salido algunas películas que me gustan mucho como «Despertares» y «Una mente maravillosa». A mí me gusta ponerle a mis alumnos «Intocable», más que por la enfermedad, accidente, del protagonista, por la relación de este con su cuidador, y como Driss (el cuidador) sale beneficiado de esta. La película aunque en modo algo desenfadado, muestra como pueden dos personas muy distintas pueden ayudarse mutuamente.
    (También declino entrar en sorteo)
    Abrazos Laura!

    Me gusta

  10. mcastigarcia dijo:

    Sobra un pueden😔

    Me gusta

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s