El «efecto Pauli» en las JAPOD16

Fotografía de CarreteDigital.com

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El sábado 30 de abril asistí a mis primeras JAPOD (Jornadas Andaluzas de Podcasting) y tuve el honor de participar en el directo de La Buhardilla 2.0.

Al igual que las JPOD, el objetivo de las JAPOD es acercar el podcasting a quienes ignoran la existencia de este medio de comunicación, están interesadas en conocerlo mejor, o, sencillamente, quieren asistir a una grabación de los podcasts que les gustan en directo.

Las jornadas tuvieron lugar en el Palacio de los Marqueses de la Algaba, un importante edificio civil, propiedad del Ayuntamiento de Sevilla y sede del Área de Educación, Participación Ciudadana y Edificios Municipales, que fue rehabilitado entre los años 1998 y 2002.

Fotografía de CarreteDigital.com

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El «efecto Pauli» en La Buhardilla 2.0

Durante el programa descubrimos, entre otras muchas cosas, que los participantes de un estudio publicado en la prestigiosa Plos One veían a los científicos más inclinados a cometer asesinatos en serie, incesto y necrobestialismo; que una empresa española construyó un puente levadizo al revés, o que la oferta de turismo espacial da miedito.

Por lo que a mí se refiere, si hubiese hecho un Personas con Papeles al uso, hubiese empezado diciendo que Wolfgang Ernst Pauli nació en Viena el 25 de abril de 1900 y murió en Zúrich en 1958. Que fue un físico teórico excepcional y uno de los padres de la física cuántica. Que Pauli contribuyó de forma fundamental en diversos campos de la física moderna con aportaciones como: el Principio de exclusión (por el que fue galardonado con el premio Nobel de física en 1945 y que establece que no puede haber dos fermiones en el mismo estado cuántico dentro del mismo sistema cuántico), la hipótesis de la existencia del neutrino o la hipótesis del espín nuclear.

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Pero no se trataba de un programa más y, por ello, me centré en un aspecto diferente del gran genio y hablé del Efecto Pauli,  término que hace referencia a las aparentemente misteriosas averías del equipamiento técnico que tenían lugar en presencia del físico teórico. No debe confundirse con el Principio de exclusión antes citado, aunque, en broma, sus colegas solían referirse al Efecto Pauli como el Segundo principio de exclusión por el cual un equipo que funcionase correctamente y Pauli no podían estar en la misma habitación.

Los físicos teóricos, al no estar habituados al trabajo en el laboratorio, se han ganado la reputación de torpes por parte de los experimentales. Pero el “poder destructivo” de Pauli era excepcional.

Fotografía de CarreteDigital.com

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En un principio se decía de él que era un manazas porque rompía el material científico de todos los laboratorios que pisaba. Pero a medida que su fama fue creciendo y visitó más laboratorios, los trabajadores de estos empezaron a percatarse de que los equipos se estropeaban aunque no los tocase. Cada vez que entraba en un laboratorio, las cosas dejaban de funcionar espontáneamente. Tanto es así que amigos suyos como el físico Otto Stern le tenían prohibido entrar en su laboratorio.

El propio George Gamow habla del efecto en su excelente libro Biografía de la física:

Un hecho totalmente enigmático, que en un principio no parecía estar conectado para nada con la presencia de Pauli, ocurrió cierta vez en el laboratorio del profesor J. Franck, en Göttingen.

Una tarde, apenas comenzadas las tareas, un complicado aparato destinado al estudio de los fenómenos atómicos se estropeó totalmente, sin razón aparente alguna. Pasado el mal rato, Franck escribió a propósito de esto una carta humorística a la casa de Pauli en Zürich, en la que le decía que en esta ocasión no era él el culpable. Tras cierto retraso, recibió una respuesta, pero el sobre mostraba estampillas de franqueo danesas. En ella Pauli le contaba que había ido a visitar a Bohr y que, más o menos a la hora del desastre en el laboratorio de Franck, su tren había estado detenido, por pocos minutos, en la estación de ferrocarril de Göttingen.

En esa época, algunas personas creyeron en el efecto, incluso el propio Pauli, a quien divertía enormemente. No es tan extraño puesto que por aquel entonces se estaba descubriendo una nueva física que parecía contradecir lo que estaba establecido hasta entonces como “real”. El mundo físico había dejado de ser determinista para ser probabilístico y todavía desconocían hasta qué punto la probabilidad afectaba a todo cuanto ocurría.

Evidentemente, en la actualidad, se considera este efecto como una leyenda urbana de la historia de la física.

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Para acabar con la explicación del Efecto Pauli os dejo con un poema de Peg Duthie dedicado al efecto. ¿Quién dice que la poesía no puede ser divertida?

THE PAULI EFFECT (Peg Duthie)

Whenever Wolfgang Pauli wandered near
the entrance of a lab, it boded ill
for anything in progress. Fluids spill-
ing, beakers breaking—things would somehow ver
into an unholy chaos, regard-
less of how many times without hazard
the looked-for results had lined up, figured
neatly into the waiting proof—
“Discard
everything in your paper but the last
seven words and you’ll have a decent start—”
That was Pauli’s incinerating art:
to sear away bluster with every blast
of unrelenting logic. When he spoke,
Pauli’s friends listened, waving off the smoke

Las #JAPOD16 fueron una gran celebración del podcasting y de la amistad. Me brindaron la ocasión de escuchar en directo magníficos podcasts como Zafarrancho Vilima;  reencontrarme con amigos que hacía tiempo que no veía, ponerle cara a las voces que admiro y conocer a los oyentes de La Buhardilla 2.0 que nos apoyan semana tras semana y dan sentido a lo que hacemos.

Por todo ello, quiero darles las gracias a las personas que las hicieron posible: los organizadores Jorge Reyes y Frank Blanco.

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Acerca de Laura Morrón Ruiz de Gordejuela

Licenciada en Física por la Universidad de Barcelona y máster en Ingeniería y Gestión de las energías renovables por IL3. Tras desempeñar su labor profesional durante diez años en el campo de la protección radiológica, tuvo la oportunidad de entrar a trabajar en Next Door Publishers, donde, como editora, puede aunar su pasión por la divulgación científica y los libros. Aparte de esta labor, desde 2013, ejerce de divulgadora científica en el blog «Los Mundos de Brana» —premiado en la VI edición del Concurso de Divulgación Científica del CPAN— y en las plataformas «Naukas» y «Hablando de Ciencia». Ha colaborado en los blogs «Cuentos Cuánticos» y «Desayuno con fotones» y en los podcasts de ciencia «La Buhardilla 2.0», «Crecer soñando ciencia» y «Pa ciència, la nostra». Es integrante del Grupo Especializado de Mujeres en la Física de la Real Sociedad Española de Física (GEMF), la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas (AMIT), la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad (WILPF), El Legado de las Mujeres y la ADCMurcia. En 2015 fue galardonada con el premio Tesla de divulgación científica de «Naukas». Es autora del libro «A hombros de gigantas».
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