
Sé que no es demasiado ortodoxo que un libro se meta a bloguero, pero a Laura le daba cierto apuro volver a dar la turra hablando de su libro (es decir, de mí) y yo no podía dejar que se acabase el año sin dar las gracias a quienes hicieron posible que yo exista, a quienes me habéis leído, me habéis acogido en vuestra librería o biblioteca, os habéis interesado por mí en la prensa escrita y en los programas de radio y podcasts, y a quienes me habéis regalado. Habéis hecho que mi publicación fuese un viaje increíble.
Gracias por leerme con tanto cariño. Sí, un libro lo nota porque no pasáis las páginas, las acariciáis, os detenéis en cada una. Os encandiláis con las cubiertas y el diseño (mi diseñadora Itziar Goñi me hizo preciosísimo). ¡Me han encantado las fotografías que me habéis hecho!

He disfrutado de presentaciones y eventos online en los que he estado acompañado por personas tan estupendas como mi madrina Marta Macho, Marían Recuerda —librera de Ubú libros—, Elena Lázaro, mi editora Estíbaliz Espinosa, la giganta favorita de Laura, María Josefa Yzuel, Eva Pastor del Jardí Botànic de Valencia o la divulgadora y artistaza Natalia Ruiz Zelmanovitch, entre otras…; y de los presenciales con otras personas fantásticas como Ana May o Xavi Vidal —librero de la librería Nollegiu—. También he tenido la oportunidad de estar junto a Laura en la caseta de Imperio librería en la feria de Valencia y en la de La Botica de los lectores en la de Sevilla. En Madrid estuvimos en la caseta de nuestra distribuidora, Les Punxes. En la feria de Pamplona, Editargi, estuve con Camila, Belén y mis hermanitos nextdoorianos viendo caer la nieve. Allí no vino Laura… cría autoras y no se presentarán en condiciones meteorológicas adversas.

Como os decía, también he aparecido en mis medios favoritos de prensa escrita y en los programas y podcasts de divulgación científica más molones. Aquí tenéis un enlace donde podéis leer los artículos y escuchar las entrevistas.
He sido y todavía soy muy feliz en las librerías. En algunas, me pusieron incluso en el escaparate, que es como si te tocase la lotería de los libros. Allí, cuando veía que alguien me miraba, trataba de poner cara de interesante, bueno, toda la cara de interesante que puede hacer un libro. Estar en librerías es un regalo dada la abrumadora cantidad de novedades que se reciben cada semana. Y ya si te quedas para formar parte del fondo editorial de la librería, puedes sentirte un privilegiado y celebrarlo bailando hojas al viento. Mi momento favorito en las librerías es ese instante en el que alguien te elige y te lleva a formar parte de su biblioteca personal.

No os quiero entretener más, pero, como veis, no me faltan motivos para sentirme agradecido. Por ello, quiero acabar con este vídeo para recordar los momentos más bonitos de este año y daros las GRACIAS.
¡Feliz 2022!
A hombros de gigantas
Los libros nos cuentan muchas cosas, hasta su propia vida. Y que bien lo hacen!
Feliz 2022.
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