El pasado dos de mayo, Dolores Bueno (la alma máter de las tertulias, junto a Juan Carlos Bayona) escribió la última entrada sobre el libro Mala Ciencia de Goldacre y antes de acabar de leerla ya sentía nostalgia. Supe que echaría de menos lo mejor de las Tertulias Literarias de Ciencia, el intercambio de opiniones con quienes ya considero unos buenos amigos. Sus comentarios me han llevado a reflexionar sobre la mejor forma de acercar la ciencia a la gente, sobre el daño que causan las pseudociencias a la sociedad y sobre la responsabilidad que tiene todo aquel que las apoya o permite su existencia.
El intercambio de pareceres que ha generado el libro, me ha resultado mucho más enriquecedor que la propia obra de Goldacre. Leyéndolos he aprendido muchísimo y me he replanteado algunas cosas. Me ha resultado muy beneficioso hacer autocrítica sobre la forma en la que, en ocasiones, presentamos la ciencia o nos enfrentamos a las pseudociencias.
Mis impresiones sobre el libro de Goldacre y esta tercera edición de las tertulias, junto a las de otros tertulianos, podéis escucharlas en el podcast final. Como sabéis, este año estrenamos este formato y no queríamos acabar “el curso” sin un último capítulo, sin el colofón final de las tertulias.
Gracias a todos los que de una u otra forma habéis apoyado esta iniciativa. Espero que en la próxima edición seamos muchos más quienes podamos disfrutar de la experiencia y que regresen aquellos tertulianos que no han podido seguir esta edición. Se les ha echado mucho de menos.
Volvemos a leernos muy pronto